violinista acompañante y mucho de todo
Terminados mis estudios de violín, tomé mi instrumento y decidí lanzarme como violinista a probar en otros escenarios más allá de los concursos, exámenes y la música clásica. Mis primeras oportunidades surgieron de la mano de la Trova. Mis primeras y más importantes colaboraciones fueron con el cantautor Erick Sánchez, con quien trabajé durante casi dos años como violinista acompañante. Grabé un disco de sus temas haciendo mis primeros arreglos para una canción con el violín, y lo acompañé en diversos conciertos y alguna que otra serenata. Junto a él tuve la oportunidad de interpretar mis primeras canciones. Colaboré como violinista acompañante de otros trovadores en proyectos específicos entre el 2002 y el 2003.
Con particular cariño siempre recordaré mi colaboración en dos proyectos apasionantes: El “Proyecto La percepción”, de Nedine del Valle (artista plástica) y Michael Gil (guitarrista y compositor) y mi trabajo en la compañía Renacer, de la pianista, compositora y profesora de yoga Elsa Hermida. Ambos marcarían mi forma de apreciar la música y el arte. La vinculación de la música con el resto de las artes y el budismo zen o el yoga practicados por algunos integrantes de dichos proyectos, abrieron nuevos caminos para mí, que exploran la dimensión catártica y sanadora del Arte. Por estos años compuse también la banda sonora del cortometraje “Desatada”, del realizador Adolfo Izquierdo.