Las palabras marcan un camino, el camino por el cual otras palabras, las nuestras, las de los demás, dejarán huella.
¿Cuál será el pie que se permita ofrendar sus pasos a esos ya marcados?
Las palabras son música, la melodía de la vida aletea en sus vibraciones.
Las palabras crean, las palabras creen, confían en nuestros sentimientos. Somos nosotros, quienes a veces no confiamos en lo que ellos nos susurran o gritan….
Y en este aquí y ahora, las palabras que nos visitan están en las canciones de Isadora Cruz.
Música versátil, cuidadosa en sus composiciones, no desconoce que las letras, de una en una, unidas a la melodía, son capaces de atravesar lo común y corriente, y nos hace ir hacia dentro. Isadora se atreve a mirar y a mirarse, a descubrir y a descubrirse con honestidad. No se impresiona con el mundanal ruido…… Ella va hasta el fondo del mar sólo para salvar una semilla pura, si es preciso. Isadora va.
Las canciones que nos trae esta compositora cubana son un bálsamo para lo inefable, son los paños fríos sobre los dolores del tiempo, son el amanecer que con alevosía te ofrece lo que nos conmueve, son muchas cosas hermosas, pero, sobre todo, las canciones de Isadora Cruz:

Son de las que dejamos en nuestras listas de reproducción.
Con letras para atesorar, para aprender de memoria.
Son melodías y letras con sentido de vida.
Son latido.
Como dije, las canciones de esta música cubana son muchas cosas amables, y eso, en este mundo se agradece.
Isadora Cruz se atreve. ¿Quién podría negarlo?
¡Quién pudiera atreverse cómo se atreve Isadora!
La música y la poesía agradecen el honor.

María Laura Riba
Escritora y periodista.
Argentina, Provincia del Chaco.
Diciembre del 2023